24/02/2025
JLG, Construcción, Genie, Plataformas elevadoras
Cuando se trata de actividades que se realizan a grandes alturas, la seguridad, la eficiencia y la accesibilidad son aspectos clave a considerar antes de elegir herramientas de elevación. Desde la antigüedad, el acceso a las alturas ha sido una necesidad en la construcción de infraestructura, ya sea para hacer reparaciones o para realizar mantenimiento, lo que ha llevado al desarrollo de diversos recursos destinados a facilitar estas labores. Actualmente, dos de los equipos más utilizados son los andamios y las plataformas de elevación que, aunque tienen funciones similares, poseen características diferenciadoras que se adaptan a diferentes proyectos.
Son estructuras desmontables construidas temporalmente para realizar trabajos en diferentes alturas, ya sea en la parte exterior o interior de los edificios. Están compuestos por marcos y tubos verticales que funcionan como soporte con travesaños para proporcionar estabilidad y rigidez. Entre cada nivel se colocan plataformas para que los trabajadores puedan moverse con libertad y cuenta con barandillas para proporcionar mayor seguridad.
Existen diversos tipos de andamios: tubulares, que están hechos con tubos de acero; modulares, que son estructuras independientes; plegables, que permiten un montaje fácil, ágil y práctico; y móviles, que cuentan con ruedas para trasladar la estructura de un lugar a otro.
Son máquinas especializadas para realizar trabajos en zonas de difícil acceso, ya que cuentan con una canasta o cesta montada sobre un brazo extensible que permite elevar a los operadores de manera eficiente, estable y segura. Entre sus características más interesantes se destaca la capacidad de alcance y el manejo intuitivo.
Existe una amplia variedad de equipos, pero los más destacados son: plataforma articulada, que posee un brazo flexible para moverse con mayor facilidad; plataforma de tijera, que utilizan un mecanismo con forma de tijera para realizar trabajos verticales; plataforma telescópica, que posee un brazo extensible de gran alcance tanto en dirección vertical como horizontal; y plataformas de elevación personal, que se utilizan para un solo operador en trabajos ligeros.
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Aunque son estructuras que se utilizan comúnmente, es importante tomar en cuenta que los andamios requieren cumplir con mayores criterios de seguridad que muchas veces se pasan por alto. Entre estos se incluye respetar la capacidad de carga, garantizar la estabilidad y seguridad del entorno, así como darle un mantenimiento regular y adecuado, entre otras cosas. Además, son menos eficientes, ya que son difíciles de transportar, deben desarmarse constantemente, la calidad del terreno influye mucho en la seguridad del andamio y ofrecen un espacio de trabajo reducido.
Por su parte, las plataformas de elevación son equipos diseñados especialmente para garantizar la seguridad de los operadores. Cuentan con barandales de protección anticaídas, sistemas de alarmas para alertar su actividad a las personas en el suelo, puntos de seguridad para instalar una línea de vida y un sistema de nivelación para evitar volcaduras y ofrecer estabilidad. Además, se adaptan a cualquier tipo de terreno, pueden moverse con facilidad y realizan trabajos tanto en interiores como en exteriores.
En conclusión, los andamios y las plataformas de elevación ofrecen soluciones similares para realizar actividades en zonas elevadas, pero se diferencian en factores claves como la movilidad, la capacidad de soporte, la estabilidad, la versatilidad y, sobre todo, en la seguridad que les ofrecen a los operadores. La elección de una u otra depende de las necesidades de cada proyecto, pero cuando se trata de flexibilidad y protección, las plataformas son la mejor opción.
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