Cómo prevenir un golpe de calor si eres operador de maquinaria

Cómo prevenir un golpe de calor si eres operador de maquinaria

Los operadores de maquinaria son actores clave en el desarrollo y el éxito de cualquier tipo de proyecto: su talento, experiencia y conocimientos permiten que cada actividad se lleve a cabo con seguridad y precisión. Sin embargo, existen factores externos que pueden comprometer no solo su trabajo, sino también su seguridad y bienestar. Uno de los más comunes, y que a menudo no recibe suficiente atención, es el golpe de calor. 

 

¿Qué es un golpe de calor? 

 

Es una emergencia médica que ocurre cuando la temperatura corporal aumenta por encima de los 40°c y el cuerpo pierde la capacidad de autorregularse, lo que genera una disfunción del sistema nervioso central y puede provocar dolores de cabeza, mareos, náuseas y, en casos extremos, desmayos, delirios, convulsiones y hasta un coma. 

Existen dos tipos de golpes de calor: 

  • Clásico: suele desarrollarse de forma gradual por una exposición prolongada a altas temperaturas y es más usual durante las olas de calor. 

  • Por esfuerzo: se produce de forma súbita cuando el cuerpo no logra regular la temperatura tras un esfuerzo físico en ambientes calurosos. 

Algunas industrias, como la construcción, la agricultura, la minería, la logística y la manufacturera, son más vulnerables y enfrentan un mayor riesgo debido a la exposición continua al sol, el calor extremo y la falta de ventilación. Además, factores como la deshidratación, las largas jornadas sin pausas, el uso de ropa inadecuada y las actividades durante las horas de mayor radiación aumentan las posibilidades de recibir mayores afectaciones. 

 

¿Cómo detectar un golpe de calor? 

 

Reconocer los síntomas de un golpe de calor, tanto en uno mismo como en los compañeros, es esencial para evitar consecuencias graves. Los primeros signos suelen ser estrés inusual, cansancio extremo, irritabilidad y dificultad para concentrarse. A medida que la situación progresa, pueden aparecer dolor de cabeza, mareos, confusión, sudoración excesiva, piel caliente o enrojecida, y en casos más avanzados, desorientación o pérdida de conciencia. 

Si se detecta cualquiera de estas señales, es fundamental detener la actividad física inmediatamente, trasladarse a un lugar fresco y sombreado, y buscar asistencia médica. 

 

Consejos para prevenir: 

 

1. Mantente hidratado: bebe al menos dos litros de agua al día, aunque no tengas sed. 
2. Evita estar demasiado abrigado: utiliza ropa ligera, transpirable y que absorban la humedad. 
3. Toma descansos: no te sobre esfuerces y descansa en la sombra si haces actividad física. 
4. Aclimata tu cuerpo gradualmente al calor: intenta no hacer cambios bruscos de temperatura. 
5. No te quedes dentro de vehículos cerrados: permite que se ventilen antes de utilizarlos. 
6. Evita la exposición prolongada al sol: en especial durante las horas de mayor temperatura. 

En conclusión, la detección temprana de un golpe de calor es esencial para salvaguardar la salud y el bienestar de los operadores de maquinaria. Estar alerta a los síntomas y actuar de inmediato es la clave para evitar consecuencias graves. La seguridad de los trabajadores depende no solo de la atención a estos riesgos, sino de las acciones responsables en el entorno laboral. 

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